11 marzo 2009

el viernes pasado me aventuré a la central de abastos. muy decidida me trepe en mi coche de taxista con dirección a la central, hasta que me di cuenta de que no tenía idea como llegar ahí. damn!!! Definitivamente el oriente de la ciudad es un territorio virgen para mi, es esa parte que sabes que está ahí, pero que bien podría no existir pues no forma parte de mi vida cotidiana.

Gracias a *RUTA de TELCEL ($50 varos la palabra de publicidad en el blog de la valedorian) llegue a la central de abastos.
Nadie me aviso que iba a llegar a otro mundo, ni mucho menos que tenía que pagar caseta para entrar. Saque mis tres pesitos que cuesta la caseta y seguí mi camino asustada y acalorada. Moría por bajarme del coche, el sudor corría por mi espalda y la camisa se me estaba pegando cual trailero, muy adhoc para la ocasión. Ingenuamente pensé que iba a llegar me iba a estacionar muy a gusto, iba comprar justo lo que necesitaba, lo iba a encontrar súper rápido y a un precio en verdad ridículo. Error.
Llegue a un super gigante (me refiero a un supermercado muy muy grande, no al extinto supermercado llamado Gigante) digamos que para ir de abarrotes hacia lácteos tenía que volver a treparme a mi coche y perderme unos cinco minutos.

Ya entradas en la acción mi hermana la decente y yo nos dirigimos a nuestras compras:
THE LIST
-frituras tipo tostis a granel, baratísimas y llenadoras
-alcohol no adulterado y en grandes cantidades
-una caja de redbulls para aguantar toda la noche con taquicardia de la buena.
-vasos rojos (de esos que parecen que te persiguen por que están en todas tus fotos del facebook)
-mezcladores a un buen precio que no sean redcola
-y cualquier otra cosa que nos encontremos en el camino.... osea el queso de 7 kilos que nunca nos acabamos y las 400 rosas rojas por solo 200 pesos!!!

Digna lista de una fiesta masiva con un presupuesto minúsculo.
Debo decir que el caminar por los pasillos de la central es tan peligroso como halagador. Nada de ir papando moscas hipnotizada por las torres de dulces, pues corres el peligro de que un diablito te atropelle, no se paran por nada, no les importa que vengas de turista. Pero eso sí, si algún día están sumamente deprimidas, sienten que el mundo no las quiere y acaban de cortar con su novio en una escena tipo telenovela de las 7pm, vayan a la central, la lluvia de piropos y chiflidos no para, cada paso que das sientes las miradas de los cargadores encima de ti, sales de ahí con el autoestima hasta el tope y sintiéndote una reina. Hasta que te enfrentas al verdadero problema: ¿cómo fregados salgo de aquí? Y te das cuenta de que eres una plebeya y que no hay ningún príncipe que te saque de ahí, por que los cargadores sólo sirven para piropear fuera de eso ni quien te pele.
Creo que tarde más en salir de la bodega, encontrar mi coche y salir de la pequeña ciudad que es la central, que lo que duró mi lluvia de piropos. Ya cuando salí estaba de malas y dirigiéndome a una buena hora de trafico en la ciudad.

Aquí unos datos tanto curiosos como aterradores que me pasó mi hermana la decente cuando hizo una investigación de la Central de Abastos:

-En México, es el segundo lugar en donde se mueve más lana diario. El primero es la Bolsa Mexicana de Valores.
-Hay un promedio de 5 muertos al año atropellados por diablitos.
-Se dice que debajo de las bodegas hay mh... como decirlo formalmente... burdeles con chicas de moral relajada.
-El piso de la central es TACATA, osea todos los desechos y basura que caen diario y que diario son pisados por miles de personas y camiones, todo eso a formado una pasta asquerosa llamada TACATA que es más dura que el cemento.
-Hay que gente que casi casi vive ahí entonces ya han puesto escuelas y guarderías dentro de la central, cuando yo fui estaban poniendo unas canchas de fut, ya saben el fútbol nos une y bla bla bla...
-Hay una área de la central donde están todos los huacales usados, a lo lejos parece ser una ciudad con rascacielos de huacales, si les interesa comprarlos los venden a 4 varos cada uno.